Por
Luis Esteban Rey Rey
Acción
Democrática
¿Volverá?
El
águila
es el ave de mayor longevidad de su especie; llega a vivir
casi
100
años, pero para llegar a esa edad, antes
de
los 40 año
toma
una seria y difícil decisión…
Así como a
las cuatro
décadas de vida las
uñas del
Águila se
vuelven apretadas y flexibles, sin conseguir tomar a sus presas con las cuales se alimenta,
Su
pico largo
y puntiagudo se curva apuntando contra su pecho, sus alas envejecen y
se tornan pesadas y de plumas gruesas. Volar se le hace ya muy difícil.
Entonces
el
águila tiene
solamente dos alternativas: morir o enfrentar su doloroso
proceso de renovación, que durará 150 días.
Ese proceso consiste en
volar hacia lo alto de una montaña y quedarse ahí, en un nido cercano a un paredón, en donde no tenga la necesidad de volar;
después,
al encontrarse en el lugar, el
águila
comienza
a golpear con su pico en la pared hasta conseguir arrancarlo. Luego de
hacer esto, esperará el crecimiento de un nuevo pico con el que
desprenderá una a una sus uñas. Cuando
las nuevas
uñas talones
comienzan a nacer, comenzara a desplumar sus plumas viejas.
Finalmente,
después de cinco meses muy duros, sale para el famoso vuelo de renovación que le dará
más
vida.
A
lo largo de nuestra
existencia
hay
momentos en que parece que ya hemos dado
todo
(trabajo,
familia,
comunidad, grupo,
parroquia) todo lo que teníamos. Pareciera como si hubiésemos
agotado nuestra creatividad y que ya no tenemos mucho que aportar.
En AD estamos conscientes
de que las políticas publicas no son estáticas,
que la política menos lo es y que los partidos
entran cada década en ese proceso de renovación como las Águilas.
En nuestra larga trayectoria
partidista,
nuestros
enemigos
siempre han querido freírnos las cabezas, aún
no han conseguido la cantidad de aceite necesario para tales fines;
quieren vernos
destruidos,
grises
y envejecidos,
colocarnos
al
punto de
quiebre,
pero no lo
logran ni
lo lograrán
jamás
ya que cada vez nuestro
reto y
compromiso por el País
es
mayor,
por lo que nos
transformamos como las águilas.
Nuestra
transformación exige
hacer un
alto en el camino, resguardarnos
por algún tiempo,
volar
hacia lo alto y comenzar ese
proceso de
renovación
que tanto temen los adversarios cada
vez que hacemos un paréntesis,
porque saben que AD crece con las dificultades.
Nos
desprendernos
de esas viejas uñas y plumas para continuar un vuelo de renacimiento y de victoria.
Si,
aunque a muchos les
duela y crean que nuestra historia terminó,
por el contrario, cada renovación es una historia de triunfo y nuestros conciudadanos valoran
el resurgir
a ese
nuevo vuelo.
La
Oposición
Venezolana,
en toda su diversidad,
también
requiere
desprenderse
de vicios,
creencias,
resentimientos,
complejos que
nublan
la vista y la objetividad,
que
impiden el
cambio.
Solamente libres del peso del pasado podremos aprovechar el resultado valioso, que una renovación siempre
trae,
para
lograr el
amalgamiento de todos sobre la premisa de nuestra Libertad y así
poder acabar
de una vez por todas con esta
dictadura bestial e inhumana
que,
si
nos
retrae a
un pasado
superado
con creces
durante el ejercicio democrático
de 40 años
de vida republicana signada por el desarrollo,
el crecimiento
ciudadano
y el respeto a la Democracia y la
Libertad.
luisestebanrey@gmail.com