nov24
Gen Carlos Peñaloza
*El general Peñaloza fue testigo de excepción de la entrega
arbitraria a Bell South de frecuencias radio eléctricas que estaban
destinadas a la defensa nacional y prestó atención a la desaparición de
107 millones de dólares pertenecientes a la nación mientras los
involucrados le echaban tierra al caso.
Los aficionados a la política y por supuesto los profesionales de
ella, saben que el Grupo La Colina es una organización de fachada
integrada por seguidores de Teodoro Petkoff luego de su expulsión del
PCV. En este grupo se concentran profesionales de valía que tuvieron
gran relevancia en el segundo gobierno de Caldera y -eso si no es tan
conocido-, en el segundo de Carlos Andrés Perez.
Para 1970 este grupo de estudiantes existía bajo diferentes
denominaciones en varias universidades. En la USB constituyeron junto
con alumnos de otras tendencias políticas el movimiento Fórmate y Lucha
(FYL) que dirigía Roberto Smith. Entre los dirigentes estaban Fernando
Martínez Mottola y William Nazareth. FYL tenía contactos con los
masistas de la UCV que lideraba Juan Mijares. Ese dirigente se convirtió
en el líder de facto del grupo a nivel universitario. Petkoff nunca ha
reconocido públicamente la paternidad del grupo, ni ha respondido a las
versiones que lo señalan como su ductor. Los estatutos y objetivos de
esta organización semi clandestina son un misterio.
Luego de graduarse como ingeniero electricista Mijares va a trabajar
al MTC como responsable -Nada menos!- de la asignación y control del
uso de frecuencias radioeléctricas. Allí agrupa a varios de sus
compañeros de La Colina. Eran los años 80. Crecía el uso de las
comunicaciones móviles digitales. El empleo masivo de los celulares
creo una gran demanda por la banda UHF de 800 megahertz para establecer
enlaces troncales de alta capacidad. El problema era que esa valiosa
banda estaba asignada a los militares. La misión de resolver esa
complicación le fue encomendada a Mijares.
En 1983 era yo el coronel comandante del Regimiento de
Comunicaciones José Tadeo Monagas del Ejercito acantonado en Caracas.
Esa unidad estaba dotada de equipos multicanal que funcionaban en esa
gama de frecuencias. Ese año el MTC planteó por primera vez al MD el
requerimiento para que las FAN cedieran esas frecuencias para uso civil.
Al pedírseme opinión informé a mi comando que si entregábamos esas
frecuencias el Sistema de Comunicaciones para la Defensa Nacional
(SICODENA) se vería seriamente afectado y el Regimiento de
Comunicaciones quedaría imposibilitado para cumplir su misión.
En ese informe planteé que para entregar esas frecuencias a la CANTV
debía exigirse la asignación de una nueva banda para las
comunicaciones militares de microondas móviles. También opiné que parte
del dinero que se recibiría por concepto del traspaso de frecuencias a
empresas privadas fuera destinado a reemplazar los equipos que
quedarían inservibles al entregar esas frecuencias. En julio de ese año
fui enviado a hacer el curso del IAEDEN y me desligué del asunto.
En 1989 luego de asumir el poder Carlos Andrés Perez el tema de las
frecuencia volvió a tomar relevancia al iniciarse en el MTC un proceso
de “Apertura y privatización de las telecomunicaciones” uno de cuyos
promotores era Juan Mijares quien estaba encargado del proyecto de
Servicios Conexos y de Valor Agregado abocado al proceso de adjudicación
de la Banda A de telefonía celular. Esa era la banda militar.
Al recibir su segundo mandato en 1989 CAP nombró como ministro del
Transporte y Comunicaciones al ingeniero nuclear Gustavo Rada
proveniente del IVIC. Rada fue reemplazado en octubre del 90 por el
ingeniero Roberto Smith un tecnócrata proveniente de FYL. Al encargarse
del ministerio Roberto Smith designó a dos grandes amigos en cargos
claves para el proceso de privatización de las telecomunicaciones.
Primero logro que CAP designara presidente de CANTV a Fernández Mottola
au compañero en el FYL. Luego a finales de 1991 nombró a Juan Mijares
presidente de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL).
Previamente CAP había creado a CONATEL, por recomendación de Smith, como
un servicio autónomo adscrito al MTC. Este ente estaba encargado de
supervisar y regular el desarrollo del sector telecomunicaciones
incluyendo la asignación de frecuencias. En esa época era vox populi que
la principal tarea de CONATEL era facilitar la privatización de CANTV y
el impulso al desarrollo de las comunicaciones celulares y digitales.
Para este último objetivo se requerían las frecuencias destinadas a la
defensa nacional.
Para entonces me desempeñaba como Comandante General del Ejército y a
mi despacho no llegó no hubo ningún requerimiento del MTC por las
frecuencias en disputa. En junio de 1991 pasé a retiro. Posteriormente
me enteré que Smith habia firmado el 31 de mayo de 1991, antes de irme
de baja, el contrato de concesión a Bell South sin notificar ni
solicitar opinión a la institución armada. Olímpicamente decidieron
esperar que me fuera de baja para hacer pública esa decisión írrita.
Tengo entendido que el ministro de la Defensa VA Héctor Jurado Toro
tampoco fue notificado. En todo caso de haber recibir esa información
estaba obligado a informar a los usuarios de esas frecuencias antes de
aceptar su entrega.
El 1º de agosto de 1991, dos meses despues de mi retiro fue cuando
el MTC ofició al Ministerio de la Defensa exigiendo la entrega de la
banda de frecuencias de 800 Mhz aduciendo que la Republica las había
concedido a Bell South. Este argumento es falso porque esas frecuencias
se habían adjudicado formalmente al Ministerio de la Defensa en 1974 y
oficialmente esta situación no había cambiado. El ministro Ochoa Antich
ante el hecho formó un comité a cargo del general Oswaldo Suju Raffo
para analizar la solicitud del MTC. Este equipo hizo recomendaciones
similares a las que yo habia presentado en el 83. En base a esta opinión
Ochoa respondió por escrito a Smith indicando que para reintegrar esas
frecuencias las FAN debían recibir otras adecuadas a cambio y los
equipos afectados debían ser reemplazados sin costo. Esta solicitud fue
ignorada por el MTC porque Smith ya habia asignado sin autorización las
frecuencias militares a la empresa Bellsouth a cambio de $107 millones.
Entretanto Fernández Mottola al ser designado ministro de Transporte y
Comunicaciones procedió a la privatización de la CANTV.
Posteriormente se presentaron varias denuncias señalando que aunque
BELLSOUTH manifestaba haber pagado por las frecuencias militares
recibidas, los fondos no habían sido depositados en el Tesoro Nacional.
Esta querella creó un gran escándalo en el cual fue acusado el
presidente Perez y varios altos funcionarios y miembros del Grupo La
Colina. Esta estafa a la nación no fue debidamente investigada y se le
echó tierra haciéndola olvidar.
Al llegar Chavez al poder en 1999 nombró presidente de CONATEL a
Diosdado Cabello en el momento en que se reiniciaba la investigación de
la estafa de las frecuencias. En forma sorpresiva, en una de sus
primeras acciones Cabello firmó un documento dictaminando que en las
frecuencias concedidas a Bell South no eran utilizadas por el
Ministerio de la Defensa, lo cual era evidentemente falso. Es extraño
que un oficial de comunicaciones no estuviese enterado de simples
detalles operativos como este. El documento de Diosdado de hecho exoneró
ilegalmente a todos los involucrados en este proceso, pero el dinero
pagado por Bellsouth sigue desaparecido.
Desde que recibió el cargo de Fiscal Isaías Rodríguez basado en la
decision de Cabello trató de suspender el proceso. Al efecto alegó
falta de causas que justificaran la acción de la justicia con la
intención de poner el juicio en la congeladora. Qué motivó a Isaías y a
Diosdado a tratar de eximir a La Colina de su responsabilidad? Como se
logra infiltrar La Colina mas adelante en la Coordinadora Democrática y
luego en La MUD? Porque La Colina ha sido tan sumisa y obediente a las
decisiones del CNE? Donde están los reales? Quien los cobró? Esos temas
misteriosos serán tratados en mi próximo articulo. Los lectores que
tengan información sobre este asunto pueden enviarla a
genpenaloza@gmail.com
nov17
Gen Carlos Peñaloza
* El Grupo La Colina que maneja las relaciones de la Oposición con el
CNE tiene una historia que se remonta a la división del PCV y la
conspiración que entronizo a Chavez con hombres e instituciones unidos
por un vínculo sutil.
En mi anterior artículo “La Colina sale del closet” exploré cual
podría ser la conexión entre Hugo Chavez, Luis Castro Leiva, Teodoro
Petkoff, el Grupo Gumilla y el Grupo La Colina. Fue un avance para
esclarecer hechos concretos que afectan la unidad de la oposición y sus
relaciones con el CNE.
En esto no hay animadversiones. Al contrario soy amigo de Petkoff,
admiré como intelectual al difunto filosofo Castro Leiva y suscribo sus
tesis que el bolivarianismo es una teología usada como hoja de parra
para ocultar las desnudeces del militarismo autoritario. Considero
también que en el Grupo La Colina hay algunos profesionales calificados,
pero algo huele mal en su asesoramiento a la MUD.
Lejos de dividir la Oposición y promover la abstención nuestro
objetivo es mostrar y demostrar -eso si- la necesidad que la oposición
nombre un nuevo equipo de asesores electorales que reemplace al Grupo la
Colina. Dado que el espacio de estas notas es limitado dividí el tema
material en varios escritos. Hoy me centraré en centraré en Castro
Leiva porque jugó un papel circunstancial, pero importante en ciertos
hechos.
Castro Leiva y Chavez probablemente no se conocían antes del 4F,
pero el filósofo no era ajeno al mundo militar. El interés de Castro
Leiva por los militares le viene de familia. Es hijo del teniente
Coronel Raúl Castro Gómez quien fue Director de la Academia Militar de
Venezuela entre 1947 y 1952. Un militar distinguido. Era primo del
presidente Carlos Delgado Chalbaud asesinado en 1951 y se había graduado
en la Escuela Militar de Saint Cyr en Francia. Era un hombre delgado,
alto con una figura ascética reminiscente del general López Contreras.
Como director de la Escuela Militar por 6 años formó a la mayoría de los
oficiales del ejercito que se alzaron el 1º de enero del 58 contra
Perez Jiménez. La carrera de este oficial ejemplar fue descarrilada
luego que Pérez Jiménez cometió fraude electoral en 1952. Por sospechas
se le obligó a irse del país como agregado militar.
Era coronel cuando conocí a Castro Leiva en 1982. Años mas tarde lo
invité en 1985 a la Academia Militar de la cual yo era director. En esa
visita me confesó su angustia sobre la posibilidad de un golpe y me
planteó su negativa opinión sobre el bolivarianismo que se inculcaba a
los militares. Luego no lo vi mas hasta que tropecé con el articulo
censurado por la redacción del Diario de Caracas publicado en el blog
del Grupo Gumilla. Ese articulo da pie a pensar que el filosofo apoyaba
la rebelión que antes condenaba. Un lector me hizo ver que
posteriormente Castro Leiva cambió de opinión y escribió otros artículos
donde se oponía al alzamiento.
Un empalme militar que pudo haber tenido este intelectual con Chavez
fue por intermedio del mayor Fernando Falcón Veloz o el teniente Eliécer
Oteiza quienes fueron sus alumnos y eran del circulo cercano al
comandante golpista. Pero no hay reportes de contactos personales con
Chavez. Castro Leiva no fue un hombre de acción y por lo tanto no creo
que haya sido golpista. Fue un intelectual muy apreciado y su interés
estaba en la filosofía del deporte. Según declaraciones de Fernando
Falcón Veloz este intelectual no fue captado por Chavez pero si abrigó
la idea de formar una corriente de pensamiento diferente dentro de la
logia golpista para hacerla cambiar de rumbo. Tal vez el distinguido
filosofo pensó que esos contactos podían serle útiles para penetrar a
los militares. Uno de sus seguidores fue el general Raúl Baduel. Así
estaba cuando la muerte lo sorprendió tempranamente en 1999.
La conexión de Castro Leiva con el Grupo La Colina viene por otro
lado. El profesor aunque no fue comunista, fue muy amigo de Teodoro
Petkoff y dio clases a muchos miembros del grupo estudiantil “Fórmate y
Lucha” creado por Petkoff en la USB en los años 70. Castro Leiva se hizo
ductor de estos jóvenes. Luego de su muerte en 1999 el grupo empezó a
reunirse bajo la dirección del ingeniero Juan Mijares en un espacio
llamado “La colina creativa” en la Universidad Metropolitana. La Colina
fue el apelativo que le dio Castro Leiva a la sede de IDEA cerca de la
USB. Tal vez Castro Leiva dio origen al nombre, pero no fue quien
desarrolló el grupo que pronto controlaría las relaciones entre la
Oposición y el CNE.
Para las elecciones presidenciales de 2006 Teodoro Petkoff instaló
al ingeniero Mijares y al Grupo la Colina como los expertos electorales
de la Coordinadora Democrática para apoyar la candidatura de Manuel
Rosales. En los comicios del 7-O La Colina siguió enquistada en esa
actividad apoyando a Capriles Radonsky. Durante esos comicios La Colina
se convirtió en el principal asesor de la oposición en materia electoral
monopolizando la relación con el CNE. El desacertado asesoramiento dado
a los candidatos ha creado recelos sobre una posible agenda oculta por
parte del grupo. Se dice que este móvil secreto conduce fatalmente al
“síndrome del candidato sumiso”. Los resultados obtenidos no han sido
exitosos.
La ligazón entre Chavez, Castro Leiva, Teodoro Petkoff, el Grupo
Gumilla y el Grupo La Colina no es directa pero si, aunque
circunstancial en cuanto no premeditada, es importante. Se trata de un
vínculo sutil y complejo que conduce a coincidencias dignas de análisis.
Ligaduras ocultas que crea la realidad. Es la historia que cubriré en
mi próximo articulo.
nov10
Gen Carlos Peñaloza
* El Grupo La Colina, formado por antiguos militantes de la extrema
izquierda que manejaron la campaña de Capriles, venía actuando
discretamente desde los años ochenta hasta que hace unos meses salió a
la luz por su empeño en defender al CNE y borrar las huellas del fraude.
Hace unos meses apenas se desconocía la existencia de un grupo
llamado La Colina y la palabra fraude era tabú. Fue cuando publiqué un
articulo sobre “El poderoso Grupo La Colina” y jurungué el avispero del
fraude que estos temas salieron del closet. La MUD salto al ruedo
acusando de radicales y promotores de la abstención a los que tocamos el
tema. Pese a la defensa del CNE que adopto la MUD los escritos sobre el
fraude originaron una poderosa corriente de protesta popular
promoviendo el voto y denunciando las trampas del gobierno.
Como resultado en las elecciones del 7-O en lugar de abstención
Henrique Capriles logró aumentar mas del 50% el numero de votos
obtenidos por la candidatura de Manuel Rosales. Este hecho mostró la
debilidad del argumento sostenido por la MUD y La Colina. Recientemente
Antonio Ledezma, miembro de la MUD, declaró que los votantes deben votar
y reclamar lo cual da soporte a nuestra posición.
Algunos lectores han pedido información sobre ese Grupo de La Colina
que monopoliza las relaciones técnico electorales de la MUD con el CNE.
En este articulo comenzare a responder a ese requerimiento.
El Grupo La Colina nace a comienzo de los años 70 poco despues de la
creación del MAS. En esa época un grupo de estudiantes de la USB
provenientes del PCV y movimientos radicales de izquierda como Bandera
Roja y el Partido de la Revolución Venezolana seguidores de Teodoro
Petkoff decidieron crear una filial del MAS en esa Universidad. En ese
momento la política del rector de ese centro de estudios, el filósofo
Ernesto Mayz Vallenilla, era no partidizar los grupos estudiantiles.
Años mas tarde quedo en evidencia que Mayz Vallenilla era uno de los
lideres del “Grupo de los Notables” una organización que conspiró
sutilmente contra el gobierno de Perez. Su membresía quedo en evidencia
al hacerse pública en una carta abierta dirigida a CAP en 1990.
Para soslayar la posición de Mayz y para disimular la intención se
formó un movimiento de fachada que fue denominado “Fórmate y Lucha”. La
mayoría de los integrantes del Grupo La Colina que laboran como
técnicos electorales en la MUD son ex miembros de este movimiento. Su
líder era el ingeniero Juan Mijares quien años despues fue gerente de
la Campaña de Capriles pero antes ocupó cargos muy interesantes en la
Cuarta República.
La primera vez que oí hablar de “La Colina” fue al asistir en 1985
junto con otros militares a un foro en el Instituto Internacional de
Estudios Avanzados (IDEA). En esa oportunidad siendo director de la
Academia Militar acudí con otros oficiales invitados a un foro por el
director del centro, el Dr. Luis Castro Leiva, prestigioso filósofo que
encabezaba un corriente crítica del bolivarianismo. Buena parte de los
asistentes eran jóvenes estudiantes y profesores de la cercana USB donde
el era un admirado profesor. Castro nos recibió con un breve
“Bienvenidos a La Colina”. La alusión se debía a que IDEA funcionaba en
una altura que dominaba el valle de la USB. No se con certeza si la
colina a que aludía Castro Leiva es la misma a que se refiere este
artículo, pero hay varios puntos de conexión que llaman la atención.
Conocí a Castro Leiva en esa oportunidad y luego me reuní con el en
varias ocasiones. Para entonces había descubierto el movimiento del
capitán Chavez en la Academia Militar y logrado que lo sacaran del
instituto para iniciar una investigación sobre el caso. Esa
investigación no produjo resultado alguno y Chavez fue enviado a Elorza
sin supervisión. Al conversar con el filosofo percibí su angustia ante
la posibilidad de un golpe de Estado y la evidente incapacidad de los
militares para manejar los asuntos políticos. Para mi era evidente que
el sabia que había un golpe en marcha y que Chavez había sido detectado,
pero nunca lo mencionó. Yo tampoco lo revelé porque en ese momento la
información era secreta. Esta preocupación unida a su anti
bolivarianismo atrajo irresistiblemente al filósofo a los militares para
tratar de conocer directamente si sus preocupaciones eran ciertas. Esta
búsqueda lo puso en contacto con miembros de la logia militar que
incluía a Hugo Chavez. A partir de entonces el distinguido filósofo
empezó a sufrir el síndrome de Estocolmo. Pocos años mas tarde Chavez se
inscribió como alumno de un Postgrado en Ciencias Políticas en la USB
facilitando contactos mas estrechos. Aunque suene increíble el critico
del bolivarianismo había sido captado por los bolivarianos.
Luego del fracaso del golpe del 4F Castro Leiva impulsivamente
escribió acongojado para el Diario de Caracas un articulo titulado
“Muerte en palacio”. Este escrito fue censurado por la redacción de ese
periódico pero por petición de el y dado su peso especifico su columna
fue publicada en blanco. Uno de sus párrafos dice:
“La legalidad y la legitimidad del actual sistema político y la
filosofía que lo sustenta languidecen. La primera existe como forma
inconclusa, la segunda se refracta en pedazos la tercera llega hasta
justificar a Chavez y el magnicidio (de CAP).”
Este párrafo deja claro que el filosofo ya había cruzado el Rubicon
plegándose a la revolución inconclusa. Este escrito aparece publicado en
el blog del Grupo Gumilla
(http://gumilla.org/biblioteca/bases/biblo/texto/SIC1992542_97-98.pdf)
precedido por un editorial sin firma justificando el intento de asalto
al poder de Chavez.
La conexión con el Grupo Gumilla es reveladora. Esta es la
denominación popular de la fundación “Centro Gumilla”, un centro de
investigación y acción social de los jesuitas en Venezuela. La
preocupación de la Compañía de Jesús por las desigualdades y la pobreza
en América Latina la llevaron a crear este centro con la misión de
combatir la exclusión social. Todos estamos de acuerdo en luchar contra
la pobreza, pero por la naturaleza de su misión el Grupo Gumilla
gravitó hacia la izquierda política.
Hace pocos años el Grupo Gumilla y Teodoro Petkoff impulsaron el
nombramiento de Vicente Díaz, un miembro del Grupo La Colina, como
magistrado del CNE. Pektkoff tras bastidores también manejo el
nombramiento de Juan Mijares como gerente de campaña de Capriles.
Previamente el Grupo La Colina había tenido un papel relevante con la
candidatura de Manuel Rosales. En ambos casos, con Rosales y Capriles
“La Colina” logro convencerlos que debían conceder derrota antes de
revisar las actas electorales en lo que yo he llamado “El síndrome del
candidato sumiso”.
La conexión entre Hugo Chavez, Luis Castro Leiva, Teodoro Petkoff,
el Grupo Gumilla y el Grupo La Colina es un terreno inexplorado y
difícil de navegar. La idea no es buscar culpables sino encontrar
explicaciones a las interrogantes. Que impulsó a Castro Leiva a Cambiar
de posición? Que busca Petkoff con La Colina? En próximos artículos
revelaré algunos detalles adicionales sobre esta apasionante historia.
Entretanto espero que algún lector aporte datos a mi correo electrónico
genpenaloza@gmail para seguir armando este complicado rompecabezas y
poder explicarle al país que ha pasado tras bastidores en las ultimas
elecciones presidenciales.
nov3
Gen Carlos Peñaloza
Perdonar es de sabios, tratar de sancionar sin pruebas supuestos
hechos de guerra cometidos hace mas de medio siglo es estúpido. Según
Gandhi “Perdonar es el valor de los valientes”. Todo indica que el
gobierno de Chavez no cuenta con sabios ni valientes, sino con una
legión de resentidos ansiosos de venganza. De esta siembra de odios solo
puede cosecharse violencia.
La Ley contra el olvido fue promovida en la AN por el diputado Fernando
Soto Rojas tratando de vengar la muerte de su hermano Víctor en las
guerrillas del Bachiller. Según la exposición de motivos el objeto era
garantizar que las victimas fueran reivindicadas en su honor y dignidad.
Es imposible explicar como la aprehensión injustificada de ancianos
como chivos expiatorios contribuya a esta “reivindicación”
revolucionaria que no va mas allá de un cobarde y tardío desquite desde
las alturas del poder.
Hace un año la AN aprobó esta nefasta ley que en forma inexplicable
solo se aplica a los hechos ocurridos entre 1958 y 1998, dejando
obscenamente incólumes a los delincuentes que han cometido hechos
similares durante esta revolución de comiquitas. El día de la aprobación
el ex guerrillero Soto Rojas balbuceó con voz entrecortada que esas
situaciones no deberían ocurrir mas nunca. Poco despues las mismas
acciones empezaban a suceder de nuevo bajo un nuevo camuflaje. Pronto
salió a relucir la verdadera razón de la ley: ir contra un imaginario
asesino de su hermano. Esta alevosa acción fue un intento de asesinar
moralmente a un inocente que como se pudo comprobar ni siquiera estaba
en la zona en el momento de la muerte de Víctor.
En esa oportunidad escribí tres artículos dejando en evidencia la
falsedad de las acusaciones obligando a los denunciantes a retirarse
solapadamente. Entre las razones de esta retirada estuvo mi denuncia que
debería investigarse al propio Fernando Soto Rojas por el fusilamiento
sin juicio que el ordenó a tres de sus guerrilleros. Es bueno dejar
constancia que estos no fueron los únicos ajusticiamientos ordenados por
los comunistas en las montañas. La lista es extensa y bien documentada.
Serán sometidos a juicio por sus crímenes los jefes guerrilleros junto a
los militares que ahora pretenden acusar?
Ahora los recolectores de odio vuelven a la carga. Esta vez detienen al
coronel retirado José Omaña Hernández de 74 años acusándolo de un
delito que nadie conoce y sin haberse llenado los extremos legales.
Estas acciones son violatorias a los derechos humanos de ese oficial.
La misma diligencia observada contra Omaña debiera aplicarse en las
investigaciones contra los asesinatos de civiles, militares y policías
cometidos por los irregulares entre los años 60 y 80.
La ley establece la creación de una Comisión por la Justicia y la
Verdad, integrada por instituciones del Estado y el Frente de Familiares
y Amigos de las Víctimas. Para este caso no se anunció la creación de
esa instancia que tiene como objeto investigar violaciones de derechos
humanos y delitos de lesa humanidad. Hasta ahora se desconoce que
acciones ha tomado el gobierno para poner en práctica esta disposición.
Durante el debate para la aprobación de esta ley, la bancada opositora
solicitó que se incluyeran los delitos de ese tipo ocurridos después de
1998, entre ellos, las muertes de abril de 2002. La propuesta fue
acogida con carcajadas, pitas y burlas de los diputados rojos. A estos
sicofantes se les “olvido” convenientemente incluir al periodo chavista
en su chapucera ley. Esa actitud de desprecio hacia la mitad del pías
deja en evidencia la catadura moral de este gobierno. Una sociedad donde
se impone a la fuerza un apartheid político y no se respeta la
separación de poderes no puede ser considerada democrática.
Para poner un dique de contención a estos desmanes debemos votar
masivamente en las próximas elecciones de diciembre. Nuestra única arma
es el voto, la de ellos es el abuso y el ventajismo.
oct27
Gen Carlos Peñaloza
Entre los resultados desapercibidos de las pasadas elecciones del
7-O estuvo el nacimiento de la Coalición “Independencia y Progreso”.
Esta asociación es una federación de grupos que une a diferentes
organizaciones y ciudadanos, asesorados por expertos electorales,
dispuestos a luchar por unas elecciones auténticas en Venezuela. La
pasada elección demostró falencias graves que permiten sospechar la
existencia de un fraude electoral continuado, evolutivo y
multifactorial. Este hecho impulsó a la coalición “Independencia y
progreso” a publicar un documento denominado la “Declaración de
Caracas”. En esta carta abierta a los venezolanos emitida el 25 de
agosto del 2012 el grupo expuso que:
” Se intenta eternizar una tendencia política de vocación
totalitaria que busca consolidar su hegemonía bajo el disfraz de una
democracia participativa y protagónica. La estrategia ha consistido en
apoderarse de los poderes públicos, uno a uno, para inicialmente
neutralizarlos y luego controlarlos.
Por citar los más notorios, esta fuerza política controla al Poder
Judicial y al Poder Legislativo, controla a PDVSA, controla
gobernaciones, alcaldías, institutos autónomos, la mayoría de los medios
de comunicación y parte importante de las Fuerzas Armadas. Ese dominio
de los poderes públicos ha sido posible gracias al control del organismo
del que depende su falsa legitimidad: el Consejo Nacional Electoral.
A través de una secuencia programada de elecciones basadas en la
manipulación de las reglas, el CNE se ha ocupado de legitimar en cada
elección al régimen, y de paso, mantener su reputación de sociedad
libre. De esa manera sostienen la falacia de que estamos en el país más
democrático del mundo, cuando la verdad, es que vivimos sometidos a una
dictadura avalada por la legitimidad electoral que producen las
elecciones controladas.”
Luego de conocer los motivos que unen de esta asociación decidí
unírmele para apoyar sus esfuerzos ante el Leviatán electoral anti
democrático que tenemos al frente. Mi modesto aporte ha sido una idea
que sin pretender ser original constituye un adelanto en esta lucha:
promover un referendo consultivo para volver al voto manual y eliminar
los capta huellas. Ese será el primer paso de un largo camino cívico que
debemos recorrer para detener al monstruo que intenta adueñarse de
Venezuela. El adversario es muy fuerte y hace uso ventajista de todos
los poderes del Estado para mantener su hegemonía. Hay que atajar este
caudillo que empobrece al país, no solo económicamente, sino en materia
política y lo que es peor, en asuntos de unidad nacional.
Los planteamientos de la “Declaración de Caracas” fueron entregados a
Armando Briquet antes de las elecciones, pero fueron ignorados. Este
comando asesorado por el Grupo La Colina siguió adelante con el mismo
plan que condujo a la debacle de Manuel Rosales terminando de la misma
manera. El 7-O Henrique Capriles antes de terminar la votación y sin
haberse revisado las actas de verificación ciudadana que formaban parte
del proceso de control establecido decidió aceptar antes de tiempo los
resultados presionado por sus asesores. Esta actitud dócil puso en
evidencia el “síndrome del candidato sumiso” que había definido
previamente en uno de mis escritos titulado “Historia de dos Casandras”
que publiqué poco antes de las elecciones.
Despues de desaparecer por mas de una semana, Juan Mijares el
gerente general del Comando Venezuela y director del grupo “La Colina”
bajó del olimpo. Ahora deberá explicar lo inexplicable: ¿Porque no se
hizo la auditoria ciudadana prevista antes de “susurrar” al oído de
Capriles que claudicara?.
El consejo de La Colina esa noche fue terriblemente dañino para el
candidato. El susurro fatal se oyó en toda Venezuela: “Perdimos y no hay
nada que hacer. Concede derrota de inmediato. Declara que no hubo
fraude y que el sistema electoral funciono perfectamente.” Este
“experto” le había dicho lo mismo a Manuel Rosales en el 2006 y como
premio lo dejaron en su cargo en la MUD por un período mas para que
repitiera su hazaña. Su palabra fue ley para Capriles y Briquet. Los
resultados están a la vista.
Algo huele mal en La Colina. Es hora de relevar a este grupo que se
ha enquistado en la MUD legitimando acciones ventajistas del CNE y
desmoralizando a los candidatos para que obvien revisión de los
resultados sin hacer las auditorias ciudadanas correspondientes y sin
oír las propuestas de los seguidores. La oposición clama por una
explicación y por acciones para evitar estas acciones en el futuro.
Es hora de unirnos o al menos apoyar a la coalición “Independencia y
progreso” en su lucha por devolvernos el voto manual, la democracia y el
país. El 7-O perdimos una batalla, pero la guerra continua larga y
difícil. La democratización del CNE es el camino pacífico para ir
equilibrando los poderes públicos, y así colocar al país en una agenda
democrática de desarrollo nacional con justicia social y libertades
plenas. La declaración de Caracas es un campanazo en esta dirección. Le
uno mi invitación a todos a votar unitariamente para defender nuestras
gobernaciones y conquistar el 16D nuevos espacios democráticos.
http://declaraciondecaracas.blogspot.com/2012/08/declaracion-de-caracas-25-08-12.html
oct20
Gen Carlos Peñaloza
* Las maquinas de votación se usan solo en países atrasados en los
cuales el fraude es corriente y aceptado, como Venezuela. Este articulo
contiene una proposición legal para sacudirnos esa peste.
En ningún país avanzado del mundo se utilizan computadores para ejercer
el derecho del voto, solo para la totalización, luego de un conteo
manual. Estas maquinas no son utilizadas por la facilidad que presentan
para cometer fraude, la diversidad de formas de perpetrarlo y la
dificultad para probarlo. Solo países como Venezuela, Macedonia y
Ukrania los han empleado generando reportes de fraudes. La decisión de
usarlas en Venezuela se tomó arbitrariamente, sin realizar una consulta
popular para determinar el nivel de aceptación de esta medida
trascendental. Esto hace esta decisión irrita. Por fortuna existen
medios constitucionales para derogarla. Los artículos 70 y 71 de la
Constitución establecen el procedimiento de referendo consultivo
aplicable en este caso.
Esta materia es de especial trascendencia nacional y como tal debe
ser sometida a referendo consultivo para dirimir pacíficamente que debe
hacerse con el voto electrónico. De acuerdo con el articulo 184 de la
Ley Orgánica del Sufragio ” El CNE, dentro de los treinta (30) días
siguientes a la presentación de la convocatoria correspondiente,
verificará el cumplimiento de los requisitos de Ley, y se pronunciará
fijando el día, en el cual deberá celebrarse el Referendo, señalando
claramente la pregunta o preguntas propuestas que ha de responder el
Cuerpo electoral convocado. En todo caso, la fecha para la celebración
del Referendo deberá fijarse entre los sesenta (60) y los noventa (90)
días siguientes a la presentación de la solicitud respectiva ante el
Consejo Nacional Electoral.” En otras palabras si la convocatoria se
presentara a mediados de noviembre el CNE podría convocar a referendo
entre mediados de diciembre 2012 y abril del próximo año. Teóricamente
es posible hacer el referendo conjuntamente con las elecciones del 16-D,
si se cumplen rápidamente las exigencias legales.
Pese a los esfuerzos del CNE, MUD y Grupo La Colina para convencer a
la población que el fraude es imposible y que el sistema electoral es
perfecto, los resultados están a la vista. Si se hiciera una encuesta
sobre la existencia o no del fraude estimo que quienes defienden la
tesis de la no-trampa quedarían en evidencia. La duda es de tal magnitud
que de no hacerse algo pronto se deslegitimaría el sistema electoral,
lo cual puede conducir a situaciones peligrosas para la paz social. Para
evitar este escenario es necesario que los votantes registrados sean
convocados a un plebiscito para dirimir legalmente el asunto.
Algunas ONG y personalidades publicas están tomando acciones ante el
problema. La ““Declaración de Caracas” publicada recientemente advierte
que en las elecciones del 7-O, los electores fuimos coaccionados para
votar por el Gobierno cuando este impuso sin consulta y a la fuerza el
uso de las máquinas capta huellas. Esta es una clara violación a los
derechos humanos. Otras ONG trabajan en una impugnación legal al
resultado electoral tanto a nivel nacional como internacional.
Dado que la conflictividad social va en aumento propongo
públicamente la idea de realizar un referendo consultivo para decidir
sobre si debe o no restituirse el voto manual. Esto puede lograrse
mediante la presentación de al menos 10% de las firmas de los electores
inscritos ante el CNE. Para un REP compuesto por mas de 18 millones de
electores, ese porcentaje equivale a 1 millón ochocientas mil firmas. La
lista Tascón tenía poco mas de 3 millones y medio de votos. Muchos de
esos firmantes estarían dispuestos a firmar de nuevo sin temor a
represalias del gobierno. Esta es una meta facil aprovechando la
movilización electoral que se realizara para la elección de
gobernadores. En todo caso debe exigirse al CNE que el voto y el conteo
durante el referendo propuesto se haga en forma manual. Si no se hace
así…. ya sabemos!
Este planteamiento busca abrir públicamente la discusión sobre el
tema. Agradezco enviar cualquier opinión y observación sobre esta idea
al correo electrónico votomanualya@gmail.com. Si la iniciativa tiene
acogida popular empezaríamos a recoger firmas lo antes posible.
oct13
General Carlos Julio Peñaloza
*** Débil la explicación de Capriles según la cual se apresuró a
aceptar los resultados sólo porque Juan José Caldera, el mismo que fue
filmado aceptando dineros ilegítimos, había firmado a sus espaldas un
compromiso infame en el CNE.
La infalibilidad papal es un dogma de fe que establece que el
supremo pontífice es inmune de cometer un error cuando promulga una
decisión en materia doctrinaria. Como toda verdad absoluta, ninguna
discusión se permite dentro de la iglesia una vez se hace pública una
disposición de esta naturaleza y la misma debe ser acatada
incondicionalmente. Esta reliquia eclesiástica data del Concilio
Vaticano I (1870). Esto indica que por casi dos mil años el Papa no era
infalible. Ahora de repente en Venezuela se ha aparecido una “papa”
femenina personificada en la figura de Tibisay Lucena, cabeza visible
del CNE. Esta nueva figura teológica electoral es una verdadera “papa
caliente”.
El dogma del árbitro infalible es corolario del credo según el cual
“el fraude es imposible” porque “el sistema electoral venezolano es
perfecto”. Esta falsedad fue convertida en el rosario que rezaba a
diario el equipo técnico de la Oposición cada vez que alguien tocaba el
tema del fraude. El fraude era y sigue siendo innombrable. Es una
“leyenda urbana”, según las beatas del equipo técnico. Mencionarlo es
pecaminoso y sus portadores deben ser excomulgados. Para agregar injuria
a la ofensa, Chávez y el CNE se encargaron de fustigar a diario a
Capriles exigiendo que debía aceptar sin chistar la decisión del
árbitro. Lo increíble fue que lo lograron cuando Juan José Caldera -el
mismo que apareció recibiendo dinerillos- firmó el acuerdo sin
autorización de Capriles. ¿Por qué fuimos tan inocentes? ¿Quién nos lavó
el cerebro? ¿Por qué todavía hay opositores que se ofenden y sonrojan
cuando oyen la palabreja “fraude”, como si fuera una insolencia? ¿Por
qué hemos sido tan pendejos? ¿Por qué no desautorizaron públicamente a
Caldera cuando firmó en el CNE un compromiso tan grave a espaldas del
candidato?
De nuevo funcionó el funesto “síndrome del candidato sumiso”, una
suerte de “Síndrome de Estocolmo” electoral que aparece al cierre de las
elecciones presidenciales capturando la mente del candidato de la
Oposición. Al igual que Rosales, Capriles aceptó la derrota antes de
revisar las actas de escrutinios, mientras según los mismos chavistas
aun había gente votando. Apresuradamente el equipo técnico de la
Oposición que prepara los números del conteo rápido, repitió su jugada
del 2006 recomendando que el candidato capitulara apresuradamente.
Manuel Rosales no conocía la existencia del síndrome de marras, pero
Capriles fue alertado públicamente en dos artículos que publiqué antes
de las elecciones. Tal vez sus asesores se los ocultaron.
El 7-O se hizo una campaña de recolección de datos sobre violaciones
al reglamento electoral a través de Transparencia Venezuela. Estos
datos que conformaban un expediente útil para impugnar los resultados no
fueron utilizados por el Comando Venezuela. Este mismo Comando recibió
ese día directamente una gran cantidad de denuncias, pero no le pararon.
El candidato seguramente estaba muy ocupado en medio de una campaña
épica, pero algún asesor le ha debido comentar sobre esos reclamos y
sugerir una revisión antes de conceder derrota.
Al rendirse, Capriles explicó que habían dado su “palabra” de
aceptar la decisión del árbitro. Este “acuerdo” equivale a un “auto
suicidio”, según el diccionario de Carlos Andrés Perez. No se debe
firmar un cheque en blanco a un estafador conocido. El CNE no es
infalible. Esta jugarreta no debe ser aceptada más nunca.
Capriles como líder de la oposición debería reorganizar este
procedimiento capcioso que ejecuta el Comité Técnico convirtiéndose en
el gran elector. Modestamente le propongo que comience por reemplazar
algunos miembros de ese equipo que se han convertido en voceros del CNE y
han cohonestado las decisiones desventajosas que ha tomado ese
organismo. Capriles es un hombre joven y excelente candidato que aun
tiene mucho que dar y experiencia que ganar. Su campaña electoral fue
encomiable pero a la hora de la verdad falló en la defensa del voto, por
la mala asesoría recibida. Si hace un reajuste del equipo técnico
corrigiendo las deficiencias en el control del conteo rápido y la toma
de decisiones a la hora del cierre seguramente tendrá tardes mejores en
el futuro.
Las decisiones del CNE son impugnables en caso que existan sospechas
fundadas de fraude. Ningún candidato puede “dar la palabra” sin saber a
priori si va a haber violaciones importantes a los estatutos
electorales. Estos recelos estuvieron presentes el 7-O y existían
suficientes evidencias para documentarlos. Incluso, antes de las
elecciones nuestro candidato dijo: “El gobierno siempre esta tramando
triquiñuelas”. El mismo Ramón Guillermo Aveledo emitió una frase
lapidaria al decir “El presidente tiene un profundo déficit de
escrúpulos”. Dadas estas afirmaciones, ¿Cómo se le dio carta blanca a la
palabra del CNE, que es un apéndice de Chavez?. Ese organismo es su
Ministerio de Elecciones y obedece sus órdenes, por lo tanto sus
decisiones no pueden aceptarse como un acto de fe. No se puede asentir
con los ojos cerrados y sin revisión los resultados emitidos por este
organismo subalterno de un gobierno tramposo que juega con dados
cargados. Se han debido impugnar los resultados del CNE y pedir un
conteo manual del 100% de las cajas antes de aceptar los resultados.
Esta es la lección para un futuro exitoso.
oct4
General Carlos Julio Peñaloza
*** El reconteo manual y total de los votos como respuesta a
cualquier duda razonable sobre la pureza de los escrutinios, será la
manera de asegurar la paz en unas elecciones donde no hay sitio para el
Síndrome del Candidato Sumiso.
Este domingo, al caer la tarde, en Venezuela empezará a correr “la
hora de la verdad”, noble expresión de raigambre taurina para designar
el momento en que el bravo torero entra a matar o a ser empitonado. De
allí el matador va a la muerte o a la gloria.
Es evidente que Capriles ha hecho una magnífica faena. Su caso es el
del joven aspirante a quien se le da la oportunidad de demostrar
facultades en una plaza de primera categoría y desarrolla una faena que
prende la música y los olés. Pero todavía le falta la suerte suprema: la
estocada que dé muerte limpia al toro que ya no puede con sus
seiscientos kilos.
Ese momento supremo es el más peligroso de la lidia, porque el toro
viejo y resabiado suele intentar triquiñuelas antes de doblar el morro.
Un movimiento brusco de su cabeza en el momento en que el matador está
tendido sobre su cuello, buscando la cruz donde es mortal la estocada,
puede llevarse al matador junto con el toro. Ante la derrota dictada por
los números algunos partidarios del candidato oficialista, temerosos de
sanciones jurídicas, pueden cometer violaciones a las leyes y
reglamentos electorales y a la propia Constitución. Estas situaciones
quedaron fielmente retratadas en el episodio donde el dictador
nicaragüense Anastasio Somoza dijo, en trance electoral: “Ustedes
depositen sus votos, que nosotros los contamos”. Chávez ha dicho lo
mismo, con otras palabras, y es público y notorio, incluso aceptado, que
él cuenta los votos.
El ciudadano tiene, no obstante, maneras de defenderse de esta
satrapía que repite modelos como el de Somoza en Nicaragua. Las
transgresiones electorales que sean observadas deben ser reportadas
inmediatamente tanto al Comando Venezuela como a organizaciones que,
como Transparencia Venezuela, el domingo serán observadores y
recopiladores de denuncias. Esas denuncias deben ser evaluadas con
cuidado por el comando de campaña antes de aceptar conteos rápidos
basados en susurros sin comprobación. Esta vez no hay espacio para el
Síndrome del Candidato Sumiso.
A la hora de la verdad por un lado estará el CNE, un organismo
cínicamente sesgado a la orden presidencial, y por el otro un cúmulo de
denuncias elevadas por el pueblo. Dependiendo de los resultados
emitidos por el árbitro puede haber motivos de peso para solicitar una
revisión detallada de los resultados. Esa es la hora de las chiquitas,
donde un torero de casta debe sacar a relucir su temple. Si la decisión
del árbitro es equívoca y la acumulación de denuncias suficiente y
creíble, Capriles debe impugnar los resultados, solicitando reconteo del
100% de los votos. Un reconteo total y manual evitaría de plano el
fraude electrónico. Si este escenario ocurre y el CNE niega ese legítimo
recurso, la trampa del régimen quedaría en evidencia a nivel mundial, y
en Venezuela estaríamos en una situación análoga a la del 17 de
diciembre de 1957, cuando Pérez Jiménez cometió un fraude ante a los
ojos de Venezuela y el mundo.
Roguemos a Dios que el CNE atienda a estas solicitudes de pulcritud y
re-chequeo, que no alterarían los resultados si fueran favorables al
Gobierno. Sería la manera de espantar el fantasma de una guerra civil,
criminal pensamiento que habita en la mente sanguinaria de Fidel Castro y
pudiera haber infectado a nuestro alicaído presidente, quien debe
recordar que nadie se opone al indulto de un toro que se comporte
gallardamente en la lidia.
NOTA ESPECIAL- Las denuncias deben hacerse en tiempo real y estar
bien fundamentadas. La ONG Transparencia Venezuela pone a disposición
del público los teléfonos 0212-5812913, 0212-5808126, 0414-3122629,
0416-3122629, su cuenta en twitter @NoMasGuiso y el correo electrónico
info@alacvenezuela.org
Mis lectores y seguidores en tweeter pueden enviar esas denuncias a mi
correo genpenaloza@gmail.com o a mi tweeter @genpenaloza. Cualquier
idea para mejorar este procedimiento de contraloría popular me la
pueden hacer llegar por esas vías.
sep29
*** El autor señala como en el pasado ha tenido que soportar el
mal trago de que sus advertencias no fueran acatadas, con desastrosos
resultados, pero tiene la esperanza de que esto no se repita con sus
advertencias de un posible fraude el 7-O.
Gen Carlos Peñaloza
Según la mitología griega, Casandra, la hija de Apolo, tenía el don
de predecir el futuro. Cuando ella se peleó con su padre, la venganza
del Dios fue hacer que los que la oyeran no aceptaran sus vaticinios.
Ella fue capaz de presagiar muchos eventos desastrosos, pero nadie la
creyó. Salvando las distancias, me ha tocado vivir situaciones similares
que me convirtieron en un moderno Casandra.
En 1989, cuando era Comandante del Ejército, alerté al presidente
Carlos Andrés Pérez sobre un grupo de jóvenes militares encabezados por
Hugo Chávez que planeaban un golpe. Tras mi descubrimiento y detención
de 18 mayores segundos comandantes de batallón, el golpe fue abortado,
pero el Presidente no me creyó. Un grupo de presión dentro de las FAN lo
convenció yo estaba equivocado. “Es imposible que Chávez sea líder de
un golpe “, me dijo.
En junio de 1991 pasé a retiro y siete meses mas tarde ocurre el 4F.
21 años despues aun no se sabe con certeza quienes recomendaron las
fatídicas decisiones que permitieron la insurrección. Lo que sí se sabe
es que este Casandra militar tenía razón y que fui acallado por grupos
de conspiradores que tenían su propia agenda.
Ahora me encuentro en similares circunstancias. En 1987 siendo jefe
del Comando Unificado tuve oportunidad de iniciar la planificación de
las elecciones que se celebrarían en 1988. Desde entonces el tema
electoral no me es ajeno. Hace meses en base de mi experiencia en las
áreas de ingeniería de comunicaciones e informática me convencí que
existía gran posibilidad de un fraude electoral. Al efecto publiqué
algunas cuartillas exponiendo el tema ante la opinión pública. Ante
estos artículos surgió un grupo de presión criticando mis ideas. Lo
novedoso de estas críticas es que estaban coordinadas e intentaban
convertir la palabra “fraude” en un término tabú.
Una investigación permitió ubicar el epicentro de la ofensiva en el
grupo “La Colina”. Esta organización, integrada mayoritariamente por
miembros del MAS, forma parte de la MUD y del Comando Venezuela. Algunos
de sus miembros trataron de desacreditar mis escritos y los de otros
autores sobre el tema del fraude.
El grupo fue fácil de identificar porque sus mensajes repetían
consignas como “El fraude es imposible”, “El sistema electoral del CNE
es perfecto”, “Anunciar fraude implica promover la abstención”, e
incluso “Los que hablan de fraude son traidores golpistas”. Sus autores
seguían líneas políticas bien definidas. Muchos seguidores que se hacían
eco eran seguramente ingenuos partidarios, pero los jefes de la
confabulación de descrédito no parecían tan inocentes. Su actitud genera
suspicacias porque es un secreto a voces que Chávez en caso de ser
derrotado podría intentar cometer algún tipo de fraude el 7-O. Si se
niega esta posibilidad estamos abdicando nuestro derecho a reclamar la
noche de las elecciones. Eso sería un auto suicidio como bien lo dijo
CAP.
La puntilla final de la campaña “El fraude es imposible” se piensa
aplicar el 7-O siguiendo el mismo libreto usado cuando Manuel Rosales
concedió derrota en el 2006. En esa noche triste los asesores de La
Colina susurraron al oído del maracucho: “Perdimos y no hay nada que
hacer, concede”. Ante esta noticia el candidato de la oposición aceptó
precipitadamente su derrota, renunciando a cualquier derecho de reclamo
al día siguiente. Dado el record de pista de Chávez en materia de
fraude, esta posibilidad debe impedirse ahora. Es muy probable que el
7-O se detecten indicios fundados de violaciones de la Constitución,
Leyes y el Reglamento Electoral. De ser así es de elemental lógica
exigir un conteo manual del 100% de las cajas de los votos. Esa es
nuestra última línea de resistencia.
El grupo “La Colina” es una parte importante del equipo de Capriles e
integran un equipo de técnicos calificados, que controlan las
relaciones de la MUD y el Comando Venezuela con el CNE. No los acuso de
nada. Tienen años siendo los técnicos de la oposición, pero un grupo de
esta naturaleza no puede ser conformado exclusivamente por militantes
de un solo partido. Es de elemental lógica que a su lado deben incluirse
representantes de otras tendencias políticas como medida de seguridad.
La noche del 7-O es muy probable que se reporten al Comando
Venezuela violaciones que deben ser investigadas. Entre las principales
transgresiones pueden estar desacatos al artículo 441 del Reglamento
Electoral, infracciones claves para el fraude. Según este artículo,
bajo ninguna circunstancia debe permitirse que se realice el sorteo de
mesas para la auditoría, antes que los testigos y miembros de mesa
tengan en sus manos debidamente firmadas las actas y otros documentos
exigidos. Esta es la garantía de transparencia.
Si el reglamento electoral se viola y hay suficientes indicios para
probarlo, Capriles tendrá razones de peso para pedir el reconteo manual
de la totalidad de los votos en caso que el CNE tome una decisión no
aceptable. En estas circunstancias un llamado a “conceder” sin chequear
mediante un “susurro” es impensable. Rosales fue el último candidato
sumiso. Ahora tenemos al frente a un líder que frustrará los intentos de
fraude usando las cajas no auditadas y pedirá un reconteo total en caso
de evidencias de fraude. Si este requerimiento no es aceptado por el
CNE, la trampa quedaría en evidencia ante el país y el mundo. Lo mismo
le paso a Pérez Jiménez en diciembre de 1957 y a partir de allí comenzó
su cuenta regresiva. Pido a Dios que Capriles no sufra del síndrome del
candidato sumiso y que yo no sea un Casandra electoral.
genpenaloza@gmail.com
@genpenaloza
sep21
General Carlos Julio Peñaloza/ Puesto de Combate
*** Hace seis años, Manuel Rosales desgració su meritoria vida
pública haciendo oídos a un agente desmoralizador que le susurro al oído
que había sido derrotado abrumadoramente. Capriles no tiene por qué
incurrir en aquel error que demoró el proceso de recuperación de la
democracia.
Bajo el gobierno de Chavez ha sido notorio que cuando el CNE se
pronuncia sobre el resultado de elecciones presidenciales, el candidato
de la oposición exhibe una conducta ilógica a los ojos del electorado
opositor y a la luz de nuestra penosa realidad política. Este
comportamiento constituye lo que podemos llamar Síndrome del Candidato
Sumiso (SCS), una variante del Síndrome de Estocolmo, fenómeno
científicamente explicado por el cual un secuestrado puede hasta
enamorarse y entregarse al delincuente que le tiene secuestrado
agradeciendo los favores recibidos.
En el SCS, el supuesto derrotado reacciona por efecto perverso de
una formación democrática que le ha adiestró en el respeto automático a
instituciones como la autoridad electoral y en la aceptación sin examen
de la voluntad del pueblo. Es ocioso insistir en que los supuestos de
honorabilidad que crearon esa disciplina democrática no son los que
rigen actualmente, de manera que es exigible una reacción menos
automática, más filtrada, por parte del sujeto proclive al malvado
Síndrome del Candidato Sumiso.
El SCS no es solamente la reacción automática de un demócrata, sino
que hay factores puestos allí para inducirlo, para desatarlo y para
sostenerlo una vez activado. El factor “puesto allí” es alguna autoridad
más o menos auto-proclamada como tal, un activista de alto nivel cuyo
prestigio se apoyó en asociaciones de mutuo bombo, (tú dices que soy una
autoridad y yo digo que tú también lo eres, y así los dos quedamos
autorizados). En el momento oportuno, este “agente desmoralizador”,
primo hermano del famoso “agente provocador” que opera en sentido
contrario a su pariente pero con los mismos fines, accede al oído del
demócrata presuntamente derrotado y allí instila datos prefabricados que
generan conductas desconcertantes como la que vimos en el presunto
derrotado del año 2006.
Coadyuvantes a este mecanismo son las famosas salas extraoficiales de
conteo, montadas por traficantes que apantallan con ilusorias redes de
computación y totalización de las cuales en el momento oportuno sale la
macabra noticia: “Hermano…Siento decirte que perdimos…”. Abrumado al
comprobar que el Gobierno le ha aplastado y rodeado, el candidato
opositor adopta una actitud de acatamiento servil a quien pasa por
experto infalible en materia de conteo de votos sin siquiera exigir una
confirmación de los supuestos datos de la derrota traídos por el
casandra electoral.
De este doloroso episodio tuvimos muestra el 3 de diciembre de 2006.
Antes de producirse el primer boletín del CNE, el vocero del falso
equipo de conteo rápido susurró al oído del candidato la información de
que había perdido las elecciones y que no había nada que hacer. El
afectado decidió que era obligante reconocer la victoria de Chávez y
abandonar el escenario. (Pasamos por alto otras muy específicas y
personales informaciones amenazantes que al candidato le habrían sido
comunicadas en una encerrona con el agente desmoralizador).
La aceptación pública y apresurada de una derrota indemostrada
cierra toda posibilidad de solicitar un reconteo manual para verificar
un posible fraude. En el caso histórico que tomamos como ejemplo, los
números no pudieron ser verificados y al final se anunció una supuesta
ventaja del ganador que sobrepasaba con creces lo que decían las
encuestas y desmoralizaron por largo tiempo a la población opositora.
Esa noche triste no debe repetirse. Con conocimiento y
responsabilidad sostengo que Capriles debe oír campanas distintas a las
que bajan de La Colina, relacionadas con quienes en 2006 promovieron el
cuadro clínico SCS (Síndrome del Candidato Sumiso). En La Colina se ha
reunido un grupo de ingenieros calificados como tales pero
pertenecientes a una tendencia política y obedientes a un mando personal
conocido. Por razones que no expondremos hoy estos técnicos han
cultivado, una postura que durante la campaña reduce las expectativas de
la Oposición y después de las elecciones promueve la renuncia al
derecho de protesta, bajo el engaño de que rechazar los supuestos
resultados podría abrir el camino a una abstención o intervención
militar. Este grupo además promueve un mantra difícil de entender ante
un bribón como Chavez. Para ellos un fraude es imposible porque el
sistema electoral es perfecto. Este alucinante mensaje lo repite Jimmy
Carter, quien a cambio de un generoso aporte a su fundación lo repite
ciegamente urbi et orbi.
En un articulo reciente titulado “El delincuente constitucional”
Teodoro Petkoff argumenta que “en caso que el gobierno pierda y
encuentre alguno de los siguises más pequeños que griten fraude,
entonces se cree el zafarrancho de combate. De ahí la insistencia del
presidente en anunciar que la oposición va a cantar fraude.” Por lo
visto la solución que encuentra Teodoro a este reto es declarar que el
fraude es imposible. Esto implica que los resultados, aunque sean
viciados, tienen que ser aceptados. No entiendo esta lógica y además me
gustaría saber cuales son los siguises que este reconocido líder de la
oposición ha “detectado” en su seno. La idea no es dividir, sino aclarar
los puntos de vista. También aspiro a que mi amigo Teodoro haga un
listado de los supuestos “siguises”. Yo no quiero asumir que los que
dicen que “el fraude es imposible” son siguises de Chavez.
En 2006, un político y administrador público de sólidas
calificaciones como Manuel Rosales se desgració oyendo a quien no debía.
Capriles no tiene por qué imitar aquella conducta infortunada a que hoy
hacemos eco. Nuestro candidato no es sumiso, ni comprable, ni tonto. El
ha dicho públicamente que Chavez es un tramposo que acude a
triquiñuelas. El hará cambios en el grupo de “conteo rápido” incluyendo
gente independiente y de otras tendencias. Luego de recibir el resultado
del conteo de las actas discutirá con su Estado Mayor la acción a tomar
y decidirá que hacer .
En caso, si en el momento en que el CNE de su reporte hay indicios de
un posible fraude, se exigirá como es legal un reconteo del 100% de los
votos. Eso lo que reclama la lógica y la dignidad nacional. Capriles
sabe lo que tiene que hacer y lo hará. Los consejos de Teodoro no pueden
ser la única fuente de información. Capriles solo puede perder con
fraude y este no es imposible. La defensa del voto incluye enfrentar las
trampas. El 7-O habrá una explosión de alegría a menos que Chavez
decida declararle la guerra a la nación. Si Chavez no lo impide, ese día
los venezolanos volveremos a ser hermanos. Ruego a Dios que así sea.
genpenaloza@gmail.com @genpenaloza