REFLEXIONES:
Por: Luuis esteban Rey Rey
Este domingo 16 de julio hemos cumplido con una jornada que
si haber vamos no debió haber ocurrido jamás en Venezuela si como dicen los
Usurpadores del poder, estamos en democracia, ya desde hace mucho tiempo se
debieron hacer las elecciones regionales de Alcaldes y Gobernadores. Llevamos
más de 100 días de protestas por habernos conculcado nuestros derechos
constitucionales en todos los sentidos. Se nos ha Robado, Asesinado, Violado a niños y a mujeres de
nuestra familia, se nos somete al escarnio público, se nos veja, nos quitan la
comida, las medicinas y de paso nos expropian nuestras empresas productivas y
nuestras tierras para acabar en desoladas empresas improductivas y tierras
desoladas que antes eran fuente de alimentos para nuestras familias y población
entera. Han acabado con la Educación del país, la Infraestructura está
deteriorada al punto de fenecer en parte de estas; carreteras y puentes se
desploman por falta de mantenimiento y los que ellos han construido se caen. 20
años de mala administración gubernamental, 20 años de Robo a la nación y enriquecimiento
Ilícito, 20 años de estafa continuada a la Constitución, la juventud emigrando
del país y los profesionales también en búsqueda de nuevos horizontes en fin,
este Régimen ha acabado con el país y sus ciudadanos y muchos aun no aprenden
que es contra ello y no contra nosotros mismos que debemos accionar, y gracias
a dios que somos mayoría de los que pensamos que debemos accionar de la mano
con la MUD, de la mano con Los Partidos Políticos y de la mano con nuestros
Diputados y Asamblea Nacional. Que desagradable es cuando escucha uno decir a
algunos conciudadanos en el exterior que no regresan a esta mierda de país y
decir que aún nos falta pasar trabajo para que aprendamos. A estos hermanos a
quienes le falta sensibilidad Social les digo lo siguiente: este Hermoso País
no es una Mierda la Mierda es quienes lo están usurpando en este momento y
quien nos va a enseñar eso que supuestamente según ustedes nos falta aprender
ustedes, ustedes que aún no saben lo que es querer a su tierra y reclamar
derechos que se dejaron arrebatar y que cobardemente se marcharon, que han
hecho por Venezuela, que han hecho por ustedes mismos y hasta la familia que
dejaron, ustedes que no fueron capaces ni siquiera de votar por su propio país
y sin ningún tipo de amenazas y esos que aun estando aquí prefirieron ir a
celebrar en familia el día del niño y no votaron y ahora hablan pendejadas y no
votaron no por tiempo sino porque no les duele su país.
Ya ante escribí…La
democracia, decía el propio Rómulo Betancourt, no puede cumplir todas sus
promesas. Por ello siempre habrá descontentos e insatisfacción. Estos hechos
reales piden a gritos a los ciudadanos, y es aquí donde los gobiernos locales (gobernaciones/alcaldías)
juegan un papel muy importante siempre y cuando la descentralización se aplique
literalmente de acuerdo a nuestra constitución y hacer que los ciudadanos
prioricen sus demandas y los gobernantes saber a ciencia cierta sin ningún
ropaje falso el alcance de sus posibilidades limitaciones. Podemos en democracia decepcionar y ello es natural,
pero lo que no podemos es defraudar, no, ya que ello va en contra de sus
postulados. Y este régimen es un fraude constante, lleno de trampas al Estado de derecho, lo legal ha
perdido el camino, puesto que toda regla o norma constitucional es interpretada
contra la letra. Defraudan porque sólo sirven para el mal ejemplo y para
confundir o manipular. Lo más palpable es el fraude a la ley que es constante y
el más dañino y este se produce cuando
ellos estiman lo irrelevante de su capacidad de control. La dilapidación de
recursos por el poder del Ejecutivo que le ponen a su disposición quienes
deberían controlar, porque ellos se creen, lo perciben como si fueran
invulnerables, para verse hoy a sí
mismos impotentes para salir de esta crisis siendo el día de ayer un triunfo para
nosotros y un fracaso para ellos lo niegan y aprovechan a los despechados de
nuestra oposición y les alimentan su ignorancia.
La democracia no es sólo un problema
de actores. Pero si nuestra actuación se transforma en el bienestar común que
es el deber ser, porque sabemos que entre los sistemas es el menos malo con
todo y sus defecto pero perfectible en el tiempo, aliviaría el malestar de los
que se sienten descontentos que, aun decepcionados con los resultados de la
política públicas, no se sentirían defraudados por la aplicación de estas. Al
gobierno y sus ministros en lo particular, esto se resume en un FUERA,
RENUNCIEN; igual al Colombiano porque debe ir preso eso no tiene ni dialogo ni
aceptación de ninguna naturaleza
La educación
es el factor “futuro” del cambio (no del mal entendido concepto de cambio) sino
de un cambio social, del cambio de fondo del que permite el verdadero
desarrollo del país, del cambio que transforma la mentalidad del pueblo y que
le permite dejar la inercia, el conformismo en el que se vive y buscar una
mejor forma de vida entendiendo esta de manera integral, esto es en lo
personal, familiar, económico, social, político y cultural.
La educación
en general no puede quedar apartada de ningún aspecto de nuestra vida, por eso
debe de ser de integración, incluyente, de valores, desde la niñez, que
despierte a corta edad el interés por participar dentro de su contexto y de
acuerdo en la formación y desarrollo de un país donde exista justicia
social y libertad para elegir a nuestros gobernantes. Quienes queremos
vivir en la democracia debemos educarnos para ello y practicarlo todos los días
por cuanto lo adquirido se puede perder y ello traerá como consecuencias lo que
hemos vivido en estos malolientes 18 años de asesinatos, cárcel a líderes
políticos, terrorismo y la entrega del país a los hermanos Castro. Siempre se
puede mejorar, en esto parece que no caben excepciones. Incluir tal educación
en los programas escolares y universitarios, continuarla toda la vida con
lecturas, reflexiones, ejercicios, tal vez pequeñas asociaciones o grupos, como
lo hacen los que quieren ser buenos médicos, buenos arquitectos, buenos
empresarios, buenos pianistas o buenos pintores. El punto de partida es
comprender, qué pensar y actuar democráticamente es una habilidad, que como
todas las otras, requiere conocimientos y práctica.
Esta responsabilidad
no es únicamente de los gobiernos de turno, o de los partidos políticos. Somos
nosotros organizados que podemos coadyuvar al objetivo de lograr una
sociedad participativa, activa, consiente que conoce sus derechos y
obligaciones pero demandante y responsable de nuestros actos. Todo esto
lo podremos lograr desde la familia, la escuela, el trabajo, etc.;
participemos, propongamos ideas, colaboremos, si logramos acceder a
nuestro entorno, la suma de nuestros esfuerzos nos permitirá alcanzar
el desarrollo democrático integral en el que deseamos vivir por el resto
de nuestros años y dejar a nuestros hijos y nietos un gran país de Futuro y con
Futuro.