Luis Esteban Rey Rey
Maldito
aquel que profane este monumento a la Mujer Madre, Hija y Esposa de pensamiento
libre que lucho por nuestra Libertad y recibió tan poco de una lucha eterna;
Sagrado será aquel que con su brazo supo defender la honra, la Libertad y la
Vida de las Mujeres Venezolanas!
Recuerdo
tal día como hoy una transmisión del Tarugo (Marcos Pérez Jiménez) que decía
con voz tremola y entre cortada… ¡El
pueblo está conmigo!…y esa madrugada (23 de enero) huye Cobardemente el
tirano dejando tras de sí la barbarie de Guasina, de Sacupana del Cerro, de la
tristemente célebre Seguridad Nacional y la cárcel Modelo de Ciudad Bolívar
además de los crímenes, vejaciones y torturas de presos políticos que hasta
5000 llegaron a contarse. Pero hoy quiero hablar de las madres y esposas de
aquellos presos políticos que al igual que hoy sufrieron por sus familiares
asesinados y torturados durante el régimen de Pérez Jiménez y que hoy sufren
madres y esposas cuyos familiares están presos simplemente por luchar en contra
de este régimen de asesinos y Narcotraficantes encabezados por Nicolás Maduro
hoy el hampón mayor.
Nuestra
historia se inicia en 1955, una noche cercana a las 7pm; vivíamos en ese
momento en la calle Instituto en los bloques del Banco Obrero de los Rosales,
en el bloque E, Apto.7; tocan a la puerta y estando en la sala del apartamento
sentado al lado de papá, viendo televisión, mama abre la puerta y oímos una voz
un poco aguda preguntando ¡esta es la
familia Rodríguez!…¡no, esta es la familia Rey!... contesta mamá … ¡ese es el
coño de madre que andamos buscando!…entran a empujones tres esbirros de la
SN entre los que se encontraba Polachine un asesino de marca mayor y uno de los
asesinos de mayor confianza de Pedro Estrada. Bueno, esa fue una de las muchas
largas noches de angustia que pasamos en la época de la dictadura. Demás está
decir que esa noche a pesar de nuestras edades, les brincamos a estos esbirros,
por los pies los brazos el cuello y ellos nos sacudían y hasta nos daban
patadas; nosotros insistíamos en tratar de defender a nuestro padre. A todas
estas meten de un empujón a papa al cuarto y comenzaron a registrar todo en
busca de armas que no consiguieron. Enseguida esposaron a papa con los brazos
hacia atrás y lo sacaron a los trancazos del apartamento. Mama estaba desecha,
el apartamento en el suelo como lo dejaron los esbirros. Papa estaba metido
hasta el cuello pero ellos no tenían pruebas suficientes. Esa noche cayeron
muchos miembros de la resistencia entre los que se contaban el Cuadrado
Mendoza, Ramón Velázquez, Chepino Gerbasi, Jesús Alberto Rey (papá) y otros cuyos
nombres no recuerdo.
Lo
que viene después es algo que hoy día pienso, que si papa tenía cuatro bolas
para estar metido en la resistencia, mi madre sin estarlo tenía 8. Una mujer a
la que le ponen preso al marido el régimen de Pérez Jiménez, inmediatamente
junto con otras esposas de presos políticos como Ligia de Velázquez, Esperanza
de Magallanes y la señora Peñas Peña comienzan a trabajar por su propia cuenta
en contra del régimen dictatorial del Tarugo. Salían muy temprano con bolsas de
Mercado llenas con Hallacas que preparaba mi mama para venderla casa por casa,
hasta ahí todo bien, pero estas mujeres luego de vender su mercancía en esas
mismas bolsas llevaban propaganda en contra del régimen y las metían por debajo
de las puertas, llamando a unirse a la lucha, informando de las torturas a los
presos políticos y los asesinatos en la SN y Guasina. Esas mujeres que siempre
quedan en el anonimato al igual que muchos hombres, jugaron un papel muy
importante para dar al traste con la dictadura y a pesar de que ellas sabían
que si las hacían presas eso significaba tortura y muerte tanto para ellas como
para sus esposos ya que si antes no tenían pruebas en contra es de imaginar el
resto y con todo y eso no dejaron su lucha por los ideales democráticos. Uno de
los tantos recuerdos de esa época y que hoy, podría decir que fue como una
escena de películas de espionaje, es el día cuando fui con mamá a la Seguridad
Nacional. Ese día llegamos a una sala en donde había cuatro sillas de madera
pegadas a la pared. Me senté junto a mi madre, abre la cartera saca unos
cigarrillos prende uno y echa la caja de fósforos al piso y yo lo primero que
le digo ¡mamá pero si tu no fumas!...
¡cállese! … contesto mamá y regañado me baje de la silla y fui directo a
recoger la caja de fósforos para jugar y mamá me dijo… ¡deja eso y siéntate! Al rato, viene un señor de limpieza y barre todo. Pasaron unos 10 minutos y
regresa el señor barriendo recoge la basura y la echa a una papelera; el señor
se va y luego mama se pone de pie y va a la papelera saca la caja de fósforo y
me toma de la mano y salimos de la SN. Yo me encontraba sorprendido ya que mi
madre era una mujer que no fumaba y tampoco echaba basura al piso o sea, como
si estuviese con otra persona pero bueno, llegamos a casa y mi mamá abrió su
cartera y saco la caja de fósforos la abrió y saco un papel con un mensaje
escrito, lo que decía solo ella lo sabía. Tiempo después ya en democracia, supe
que aquel hombre que barría era uno más como muchos de la resistencia y barría
en los pasillos y en la zona de los calabozos en donde pasaban los presos
información de cómo estaban y lo que pasaba a lo interno, a quienes torturaban,
a quienes asesinaron en fin, la información era de mucha angustia para quienes
la recibían y debían informar. A muchas mujeres que apresaron las torturaron de
forma bestial quemándole los senos y cortándoselos y de ellas no salió jamás
una sola palabra de delación. El Negro Silvio San le gustaba quemar los senos a
las mujeres con su tabaco Abano. Así como las Piltrafas de Militares de Ramo
Verde que vejan a las esposas y madre de los Presos Políticos, haciéndolas desnudar
y grabándolas en video siendo uno de esos esbirros ese Sádico que llaman VILORIA.
Estas
prácticas de sadismo como bien lo sabemos, se lo hacen a las mujeres en todas
las cárceles de Venezuela y ello es producto de sus directores y Ministros. Y
desde la Presidencia de La república hasta los ministros los saben y lo
permiten porque ellos son asesinos, narcos y hampones de quienes pronto la
justicia se hará cargo y no habrá impunidad.
Hoy
rindo homenaje a todas esas Mujeres que hicieron tanto por nuestra Libertad y las
nuevas protagonistas que hoy luchan por una Venezuela Libre y Democrática y a
quienes se debe levantar un monumento que diga el siguiente epitafio…
¡Maldito aquel que profane este monumento a la Mujer Madre, Hija y Esposa de
pensamiento libre, que tanto luchó y lucha por nuestra Libertad y recibir lo
poco de una lucha eterna; Sagrado aquel que con su brazo supo defender la
honra, la Libertad y la Vida de estas Mujeres Venezolanas!.